Germinación

¿Qué es la germinación?

La germinación es el principio del proceso para poder plantar y hacer crecer nuestras semillas. En este post intentaremos explicar cuáles son los métodos más acertados desde nuestro punto de vista, cómo hacerlo de la mejor manera posible y cuáles son los factores fundamentales para tener éxito en este proceso crítico.

De la semilla que hemos adquirido saldrá un pequeño mechón blanco. Este mechón blanco es la raíz principal. A partir de esta raíz principal, saldrán otras raíces secundarias. Después de ello nacerán los primeros vástagos y tal vez las primeras hojas, hojas  dentadas normalmente conocidas como cotiledones.

Las semillas no son precisamente económicas, no pierdas tu tiempo con semillas de mala calidad o con métodos de germinación poco precisos.

¿Cuáles son los factores que influyen para la germinación de nuestras semillas?

- Humedad: manténgalas siempre húmedas. Intente que bajo ningún concepto las semillas se sequen, llegado a este punto nuestras semillas morirán y no germinaran.

- Temperatura: por norma general para la germinación necesitaremos una temperatura comprendida entre 22 y 25 grados.  Teniendo una temperatura inferior o superior a lo indicado, nuestras semillas no lograrán su fin, la germinación.

- Tranquilidad: nuestras semillas necesitan estar tranquilas, no juegues con ellas, no las estreses, intenta molestarla lo menos posible. Desde el primer momento que las siembres hasta que seas capaz de ver que ese mechón blanco ha salido, intenta no manipularlas, es importante.

- Limpieza y manipulación: estos dos son los factores de los que  en raras ocasiones podemos encontrar información en cualquier foro o manual de cultivo y germinación. Desde SMB seeds, nos tomamos estos factores muy en serio, puesto que si manipulamos nuestras semillas con las manos manchadas de cualquier producto, con suciedad, con gérmenes,  influiría siempre negativamente en la germinación de nuestras semillas. Os ponemos un sencillo ejemplo. Imaginemos que somos fumadores, acabamos de encender un cigarrillo y acto seguido manipulados nuestras semillas con los dedos impregnados en nicotina. Como todos sabemos la nicotina puede llegar a ser un veneno para nuestras plantas, o un potente herbicida. Así que lo más probable sería que nuestras semillas murieran casi instantáneamente, puesto que tienen parte de la nicotina que le hemos transmitido a través de nuestros dedos.

Métodos de germinación.

- Germinacion mediante agua y agua oxigenada.

Consideramos que este método es el más efectivo, pero también puede llegar a ser el más arriesgado. Este método es especialmente eficaz para aquellas semillas que tienen la cáscara más dura, o aquellas otras semillas que llevan mayor tiempo en conservación.El método en sí es bastante sencillo.

Necesitamos:

Un vaso.

Agua destilada.

Agua oxigenada.

Preparación:

Llenaremos nuestro vaso con unos 180 mililitros de agua destilada.

Preparación: 

A este agua destilada, le mezclaremos 8 gotas de agua oxigenada, de esta forma dotaremos a nuestra agua de mayor oxigenación,  cosa que favorecerá enormemente la germinación.

Añadiremos nuestras semillas a la mezcla anteriormente obtenida, teniendo en cuenta que bajo ningún concepto las podemos dejar en remojo más de 24 ó 48 horas como máximo. Sí  llegado a las 48 horas notamos que hay semillas que aún no han germinado, la sacaremos de la mezcla de agua y las pondremos sobre un papel siempre con mucha humedad, hasta que consigamos que nuestras semillas hayan germinado.

Colocaremos nuestro vaso con las semillas en un lugar oscuro y con una temperatura cálida comprendida entre 22 y 25 grados.

Este método es bastante eficaz, pero también es cierto qué debemos llevarlo a cabo con la mayor precisión posible, de lo contrario el grado de eficacia bajaría considerablemente.

- Germinación en platos con papel húmedo.

Este método es el utilizado comúnmente por la mayoría de los cultivadores, ya que es sencillo, práctico y con un alto índice de germinación también, aunque personalmente desde SMB Seeds, preferimos el anterior. Dejamos a vuestra elección el método que más os guste.

Necesitamos:

Dos platos de plásticos.

Servilletas de papel.

Agua.

Preparación:

Humedecer bastante dos o tres capas de servilletas de papel.

Ponlas en el primer plato teniendo en cuenta que no pueden haber formaciones de agua.

Colocar nuestras semillas sobre las servilletas de papel sin que estas estén demasiado juntas, ya que impedirían el crecimiento de la raíz.

Colocar el segundo plato de plástico sobre el primero, de tal forma que creará un ambiente oscuro.

Controla de que las semillas y servilletas estén siempre húmedas y nunca les falte el agua, puesta que morirían.

Consejos:

Manipular siempre las semillas con las manos limpias y esterilizadas o bien utilizar guantes.

Cuando saquemos las semillas ya nacidas (germinadas) del papel o del vaso con agua, manipularlas con pinzas sin ejercer demasiada presión.

En el método anterior del vaso de agua, no dejar las semillas sumergidas más de 3 o 4 días.

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