Como cultivo complementario, plantar una barrera de caléndula es eficaz para repeler los insectos perjudiciales.

Las hermosas flores naranjas de la caléndula (Calendula officinalis) son frecuentes en muchos policultivos sostenibles. Lleva muchos años utilizándose como barrera repelente para las plagas en jardines y huertos.

También se le atribuye la propiedad de fortalecer las plantas que crezcan a su entorno. La caléndula francesa produce de manera natural una sustancia química en sus raíces que repele los insectos, por lo que es muy efectiva para mantener los áfidos de las raíces a raya. Además, sus efectos perduran durante años.

La caléndula, como cultivo complementario para el cannabis, ahuyenta a escarabajos y cicadélidos. Además, también actúa frente al escarabajo mexicano y los indeseables nematodos. Su atractiva flor atrae a especies que se alimentan de néctar. También aporta su delicado aroma para hacer más discreto nuestro cultivo de marihuana.